
En un mundo donde las voces de muchas mujeres suelen ser silenciadas, hay quienes encuentran en la adversidad una fuerza transformadora. Ingrid Martínez de Lacayo, una mujer salvadoreña residente en el departamento de Cabañas, no solo ha encontrado una forma de sanar sus propias heridas a través de la literatura, sino que también se ha convertido en una voz para otras mujeres que, como ella, han enfrentado la injusticia y la desesperanza.

A través de sus redes sociales comparte sus poemas, reflexiones y cuentos, muchos de los cuales abordan temas como la violencia de género, el sufrimiento silencioso de las mujeres en sus hogares y la necesidad de empoderamiento femenino. En sus textos, no solo ofrece palabras de consuelo, sino también recursos prácticos para buscar apoyo, convirtiendo sus versos en un puente hacia la esperanza.
Ingrid ha enfrentado situaciones dolorosas, incluyendo la pérdida de su hogar y el desalojo, eventos que la sumieron en la tristeza y la incertidumbre, fue en uno de esos momentos de angustia que escribió su primer poema, un acto que marcó el inicio de su camino literario.
“Lo que parecía que iba a destruirme solo fue el instrumento para volverme una escritora”
Ingrid comenta que ha encontrado en la escritura "una manera de liberar mucho de lo que sufrí y encontré algo liberador que luego se fue convirtiendo parte de mi vida diaria". A través de sus escritos, aborda temas como el amor propio, el respeto y el valor de las mujeres en la sociedad: “En la ciudad donde vivo me he podido dar cuenta qué hay mucho desconocimiento sobre los derechos que tenemos las mujeres; siempre trato de fomentar el amor propio como mujeres, el respeto por nosotras mismas y el valor que debemos darnos dentro de la sociedad”, explica.
Su mensaje es claro: ninguna mujer está sola en su sufrimiento, y siempre hay una luz de esperanza, incluso en los tiempos más oscuros. "Al pasar el tiempo me di cuenta de qué lo que viví, no era sólo para quedarme triste y desolada sino que era algo pasajero, me volví más humana, más empática y más amorosa", afirma.
Formación y sueños para el futuro
Además de su labor literaria, Ingrid ha buscado formarse para ayudar de manera más efectiva a su comunidad, realizó un curso sobre trata de personas, que la sensibilizó aún más sobre las problemáticas que enfrentan muchas mujeres. Actualmente, está participando del programa sobre educación para la paz con la organización IWPG, con el objetivo de contribuir a la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Su formación en derecho, adquirida durante unos años en la Universidad Doctor José Matías Delgado, también le ha permitido tener un conocimiento sólido sobre los derechos humanos.
"No podemos perder la humanidad ante el dolor del prójimo", reflexiona Ingrid. Con esta convicción, busca seguir aprendiendo, escribiendo y generando espacios de diálogo y concienciación.
Entre sus metas personales está publicar su primer libro y, posteriormente, impartir charlas y conferencias, “Dentro de mis objetivos está no solo dar voz a las mujeres, sino también a los menos privilegiados, a quienes no encuentran justicia”, dice con determinación.
El valor de la salud mental
Ingrid destaca la importancia del acompañamiento psicológico, especialmente para las mujeres que enfrentan situaciones de estrés y trauma. Para ella, recibir apoyo psicológico fue una decisión crucial en su proceso de sanación, permitiéndole conocerse mejor y superar los desafíos de la vida con mayor fortaleza, “Ahora puedo comprender que fue la mejor decisión”, afirma.
“El acompañamiento psicológico me ha ayudado a conocerme y escucharme a mí misma”
Asimismo, en su rol como madre, Ingrid ha sido una guía fundamental para su hijo, quien a su corta edad también es escritor y artista, a través de la educación en casa ha su sido mentora y orientadora, fomentando en él la creatividad y el amor por las artes. Su hijo ya ha publicado su primer libro, un logro que refleja el impacto positivo de su dedicación y el apoyo que recibe.
Ingrid Martínez es, sin duda, una mujer que inspira, su historia nos recuerda que incluso en los momentos más oscuros es posible encontrar una luz y convertir el dolor en una fuerza transformadora. A través de su poesía, su activismo y su empatía, Ingrid no solo ha sanado sus propias heridas, sino que también ha tendido una mano a otras mujeres, “El camino no es fácil, pero no estás sola”, es el mensaje que Ingrid quiere dejar en el corazón de cada mujer que lee sus palabras.
“Ningún dolor o sufrimiento podrá acabar con ustedes y sus sueños... Las mujeres somos como las mariposas: es necesaria la transformación y la resiliencia”
Si quieres conocer más sobre su trabajo, puedes seguirla en sus redes sociales y apoyar su próximo proyecto literario.
Instagram: https://www.instagram.com/martinezdelacayo
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